Tengo un estudio creativo con mi mejor amiga, en el que nos dedicamos a la creación de contenido para RRSS, pero yo soy traductora de carrera y también sigo haciendo algún encargo.
A mis padres siempre les ha gustado la fotografía y siempre ha habido cámaras en casa, que me encantaba toquitear desde pequeña. De adolescente organizaba sesiones con mis amigas con outfits terriblemente dosmileros. Con la edad, los viajes y las RRSS cada vez fui investigando y aprendiendo más ¡en ello sigo!

¡Gracias! Siempre he sido muy observadora y, efectivamente, me fijo en todos los detalles, especialmente de los objetos cotidianos. Rodearme de cosas bonitas me da mucha calma, así que busco continuamente la belleza en mi día a día.

Ahora mismo estoy bastante obsesionada con todo el universo de la marca Après Ski @apreski y la cuenta de @harmonyyoungs

Levantarme con tiempo para empezar la mañana tranquila. Intento no mirar el móvil nada más abrir el ojo, enciendo una vela, preparo el desayuno, me pongo la radio y me tomo el café sin prisa.

Casa es mi lugar seguro, rodeada de las cosas que me gustan, pasear descalza, tumbarme con mis gatos… Disfruto mucho del tiempo en casa.

¡El punto! He tenido que echar el freno porque ha habido un momento que no podía parar, jajaja.

Desde pequeña leo antes de dormir. A veces me relaja, a veces me tiene hasta las tantas de la madrugada devorando un libro. Esto me paso hace poco con Han cantado bingo ¡leedlo!

El exlibris que me regalaron mis padres de pequeña y con el que marco toda mi biblioteca.

Café en Elio&Coco, vermú en Antigua Casa Paricio, leche merengada en el Café Levante.

El año pasado hice el viaje que siempre había soñado hacer: México. Cruzo los dedos para volver pronto.

Últimamente estoy bastante minimalista ¿será la edad? Cada vez valoro más el ir cómoda y que la ropa me dure muchísimo y me sirva para cualquier ocasión. Seguramente, si nos encontramos por la calle, llevaré unos vaqueros un poco anchos, un jersey azul marino y unos mocasines.

Las bragas clásicas de algodón. Piensas que tu ropa interior está bien hasta que pruebas la de AVET y nunca más quieres llevar otra.

¡Pues claro! Ojalá la gente hablara así de mí.

Que estéticamente me encaje, pero que además tenga unos valores y una historia detrás, como Avet. Aunque muchas veces peco, cada vez estoy más concienciada con la importancia del consumo responsable y evito a toda costa el fast fashion y las marcas a las que le dan igual las personas y el medio ambiente. No está de más recordarnos el poder que tenemos como consumidoras.

Soy algo perezosa y a veces peco de conformista así que me encuentro muchas veces diciéndome “¡Venga, Isa! ¡Anímate, que merecerá la pena!"