Hoy hemos entrado en la íntima atmósfera de la fotógrafa Núria Estremera [@nuriaestre] y le hemos preguntado sobre temas que nos interesan relacionados con su trabajo.
¡Hola, Núria! Cuéntanos un poco sobre ti.
¡Hola, hola! Qué difícil es presentarse… Me llamo Núria Estremera, tengo 27 años y soy de Barcelona de toda la vida. He estudiado Bellas Artes y me dedico a la fotografía: profesionalmente hago fotos de moda y e-commerce. Además, cuando el tiempo y la energía me lo permiten, hago proyectos artísticos y fotos por el gusto de hacer fotos.
¿Cómo empezaste a sentir interés para la fotografía?
De manera inconsciente, desde pequeña he sido muy observadora o más bien contempladora. Cuando hice la primera comunión (y última) me regalaron una cámara digital, que llegó antes que el móvil, así que me dedicaba a tomar fotos a todo lo que tenía cerca: personas, objetos, paisajes, a mí misma… Y desde los 12 años que he continuado con esta pasión por plasmar lo que me rodea.
El cuerpo de la mujer es un elemento central en tu fotografía. ¿Por qué? ¿Qué quieres explicar con tu fotografía?
Al ser una mujer y tener un cuerpo propio, he vivido diversas experiencias relacionadas con el cuerpo que me han llevado a relacionarme de cierto modo con el mundo. En un principio podían parecer experiencias individuales pero cuando fui creciendo vi que ciertos patrones eran comunes entre todas las mujeres de mi entorno, patrones que se repetían sobre complejos, inseguridades, tabúes y estigmas.
Creo que es algo que marcó tanto mi adolescencia y me enfadaba tanto saber que era una problemática generalizada, muy perjudicial para la autoestima y la autopercepción, que mi intención es romper con estos patrones establecidos en los cánones de belleza y poder ayudar a las mujeres a librarnos de lo que nos oprime y aleja de ser naturales y auténticas.
¿Cómo ha evolucionado la fotografía a lo largo de tu vida?
La verdad es que ha ido cambiando sin que yo me diera cuenta o lo hiciera de forma consciente. Al principio tomaba fotos y más fotos para aprender, sin buscar razonamientos, y luego me quedaba con las que me transmitían algo. Con los años empezó a interesarme que las fotografías fueran menos definidas y menos figurativas, pero todo tenía un aire oscuro y algo surrealista. Posteriormente hice justo lo contrario: colores pastel, imágenes muy luminosas. En perspectiva he podido ver que según el momento personal de la vida en el que estaba, me gustaba más representar cosas desde la tristeza y la nostalgía o desde el optimismo y con ganas de cambio. Y la paleta de colores y la forma de plasmar las cosas lo representaban.
¿Podrías decirnos 3 referentes artísticos que admires?
No podría quedarme solo con 3, así que comparto estas 5 fotógrafas contemporáneas: Ashley Armitage, Juno Calypso, Prue Stent, Jess Farran y Nadia Lee Cohen.
¿En qué te has inspirado para hacer este autorretrato con Avet?
No diría que me haya inspirado en nada en concreto. Mentalmente imaginé cuál sería el escenario que me gustaría utilizar para las prendas tan delicadas y minimalistas de Avet, que creo que encajan con mi estilo de fotografía y hasta con mi personalidad. Así lo hice, una habitación blanca, íntima, con pocas cosas pero con las necesarias y funcionales, como creo que es el concepto de la marca: cómoda, práctica y sin ser muy ostentosa.
¿Crees que actualmente el arte y las redes sociales van ligados? ¿Y en tu propia experiencia?
Creo que precisamente son opuestos, o si no, diría que están en una relación tóxica en la que se necesitan mútualmente para sobrevivir pero que a la vez no se hacen bien.
¿Cuál es tu rutina preferida?
Me encantaría decir que tengo una rutina, pero no es así. Soy una persona bastante caótica y no destaco por tener una rutina marcada. Tengo que admitir que en cierto modo me gusta que mis días sean diferentes y se adapten a la voluntad o necesidad de cada momento.
¿Qué es lo que más disfrutas de los momentos de estar contigo misma?
Me gusta mucho estar sola para poder poner la música muy alta y bailar y hacer el tonto en casa: la música siempre me acompaña.
¿Cuál es tu prenda favorita de Avet? ¿Por qué?
Mi prenda favorita son las braguitas 3244 porque tienen todo lo que me gusta: comodidad, buen tallaje y quedan y se adaptan súper bien al cuerpo. Es todo lo que yo busco.
¿Qué aspectos valoras a la hora de confiar en una marca?
Pues valoro mucho la sostenibilidad, el lugar de producción y las condiciones en las que se han hecho las prendas. También que los materiales sean de calidad y duraderos, para no tener que estar comprando constantemente. Justo creo que Avet encaja perfectamente con estos valores de marca.
Un mantra que necesitas repetirte de vez en cuando.
“No todo es tan importante”. Me ayuda a relativizar los problemas y conflictos de la vida y a rebajar el nivel de ansiedad y autoexigencia hacia las cosas.
También doy las gracias a mi cuerpo por haberme permitido llegar hasta el día de hoy, dejando de castigarlo por su apariencia y centrándome en el hecho que gracias a él puedo hacer y disfrutar , muy necesario para los días de baja autoestima física.